El duelo de la inspiración, duelar eso que se hizo tan
presente desde una corta edad, trayendo un sinfín de historias que jugaban y
vivian en mi imaginación.
Cuando entre a mi blog, vi que desde el 3 de enero de este
corriente año la inspiración no fue partícipe de él, sin embargo la conozco.
La he visto pasearse ante mis ojos cuando alguna frase
celebre se arrimaba a mis oídos llamando su atención, deambulando en las noches
cuando mi trabajo y mi día se hacía parte de mi sueño entero. Se asomaba,
queriendo decir algo, diciendo: EY acá estoy, soy tu inspiración!
Sin embargo pretendo que sea solo un fragmento, que sea el
duelo de esa corta inspiración, esa que no presencio estos 9 meses, esa que
vago por las calles en caminos contrarios al mío, esa que se esfumaba al entrar
en cualquier librería porteña, pidiendo ser más preciada que él mismísimo título
del último libro de Weiss.
La oportunidad de ser inspiración, de ser mi nueva inspiración.
Llenar las hojas, llenar las carillas, o simplemente llenar
ese espacio que tanto amo, el espacio de escribir. Mi espacio.