lunes, 20 de abril de 2015

Leona y Felipe

     - Créeme lo que voy a contarte, porque es real, quizás pienses que fue mi imaginación pero si realmente crees que puedo ayudarte es esencial que confíe – dijo Leona a su amigo Felipe.

Leona conocía a Felipe desde sus primeros años, sus padres siempre fueron muy amigos, y crecieron prácticamente juntos, concurren al mismo colegio y suelen jugar y hablar cuando sus padres se juntan a cenar.

-          Dale Leona contame!!

-          La cosa es así, yo hasta hace unos meses le tenia mucho miedo a la oscuridad, si o si tenia que mantener la televisión prendida hasta el siguiente día. Pero un día decidí que no quería más tener miedo, y hable sola conmigo, en voz alta, y al otro día alguien me hablo.

-          Guauu, pero de que hablas Leona? Quién te hablo?

-          Asi como lo escuchas Feli, me hablo una voz muy suave y alegre. Era la lucecita del televisor.

-          Daaale, no me mientas!! Mira que yo siempre te creí todo…

-          Feli te digo la verdad, así fue, me dijo que había escuchado lo de la noche anterior y que podía ayudarme a dejar de tener miedo y así fue, ya no tengo miedo. Y desde ese día que no tuve más miedo, desapareció. No la escuche nunca más. La extraño pero me enseño algo que no voy a olvidar nunca. Si me crees puedo ayudarte con tu miedo, si no me crees es muy probable que al creer que soy una loca no escuches nada de lo que te digo.

-          Leo, siempre fuimos amigos! Y creo que es muy raro lo que decís, pero te creo. Y si quiero que me ayudes!!!

-          Gracias Feli, contame que te anda pasando, contame!

-          Estos días volví a tener miedo a estar solo, mi hermano se fue de mis abuelos y quede solo en mi habitación, y sentí mucho miedo. Me sentí solo, pequeño, asustado.

-          Ese tipo de miedos creo que hasta los adultos lo tienen, no? A veces tengo ese miedo, estoy sola mirando televisión, o sola jugando con mis muñecas y cuando me doy cuenta de eso, miro a mi alrededor y me viene el miedo, ese miedo de saber que estoy sola.

Leona sabia que ese miedo es uno de los miedos con los que más luchan niños y adultos, a nadie le gusta sentirse solo, nadie quiere estar solo, procuramos siempre estar para compartir momentos con nuestros seres amados, somos seres sociables, quien pensara que estar solo es la salvedad, tarde o temprano sabría que eso es un error, necesitamos del amor, de la comprensión, de la sonrisa compartida, necesitamos de un abrazo.

-          Si, todos tenemos ese miedo, pero en la noche cuando estoy solo me cuesta más, me da miedo estar solo. Y ya estoy grande para llevar el colchón a la habitación de mis padres – risas de Felipe.

-          Feli te voy a dar mi secreto, para los días de tristeza sonrío fuerte y canto. Para los días que tengo miedo a la oscuridad recuerdo la voz de mi amiga lucecita y para cuando tengo ese miedo a estar sola, me acuerdo que nunca estoy sola. Que son momentos, que tengo a mis padres, a mis primos, a mi perro, a mis amigos. Que nunca estamos solos.


-          Suena muy fácil, si que si!

-          Sii, suena fácil, pero así como suena también puede ser. Feli los miedos siempre van a estar presentes, y más ahora que somos chicos, o capaz que de grandes son más grandes. A veces veo en la televisión que los adultos son los superhéroes, pero también veo que lloran, que sufren y que tienen miedos.


-          Si, yo también lo veo. Y lo veo en mi hermano Luis, que ya vive solo y a veces lo vi llorar, el no lo sabe. Pero si, es como vos decís siempre vamos a tener miedos.

-          Claro que si! Y cuando sentí mucho miedo a la oscuridad, solo me quede a oscuras y me di cuenta que en algún momento iba a poder ver, que de a poco la luz aparecería. Y lo mismo cuando estoy sola, aparece mi mami para avisarme que esta la cena o mi padre para jugar conmigo.


-          Al final nada es lo que parece! Gracias Leona, me voy acordar de vos cuando sienta miedo de estar solo. Sos mi gran amiga!

-          Al final nada es lo que parece Feli, no tengas miedo, yo siempre voy a ser tu amiga!


Leona abrazo a Felipe, y los dos sonrieron, muchas veces los miedos nos paralizan, nos asustan, nos dejan parados en lugares desconocidos. Creemos que los miedos son los que frenan los caminos y solo somos nosotros que permitimos que eso suceda, cuando la oscuridad este presente solo hay que mirar más allá, para poder ver la luz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario