miércoles, 18 de noviembre de 2015

P E U < AGRADECE

-          ACEPTA Y SUELTA, lo que siempre me mencionaba el universo…  Realmente me ha costado, me ha costado comprender que Alina formo parte de mi viaje, pero no del actual, sin embargo entendí que esta realidad es la que tengo que vivir, así funciona!

Peu hablaba con su Abuela, solía escuchar voces y creía que era ella, susurros del viento le recordaban charlas. El sabia que ella siempre lo escuchaba.
Había pasado un tiempo desde que no se reencontraba con el universo, sin embargo decidió escribirle una carta.

…Querido universo, has estado ocupado este tiempo supongo. Pero quiero agradecerte, agradecerte por que me has enseñado mucho. Extraño el mar, pero comprendí que Alina fue parte y que lo será siempre, pero que aun falta mucho mas por conocer.
Ya no miro a las personas como desconocidas, encuentro nuestras similitudes aun en las cosas mas pequeñas, mi madre piensa que estoy loco. Suelo pararme en algunos negocios a hablar con gente y me río con ellos, puedo sentir eso de lo que me hablaste, de las conexiones y de poder escuchar al otro.
Me levanto por las mañanas, muchas veces no quiero, pero luego recuerdo que es un viaje, y que si dejo que los ánimos o mal humores me alcancen puedo perderme de conocer algún gran paisaje. Mi estadía es infinita pero a su vez es por un tiempo.
No voy a mentirte, a veces extraño. Extraño nuestras charlas y muchas cosas mas, espero que vuelvas y salir en la nave a recorrer. Pero supongo estas ocupado.
También te cuento, que en el colegio tengo una compañera nueva, ella me gusta. Siempre dije que Alina era mi amor, pero a veces creo que deberíamos simplemente dejar que las cosas sucedan, sentir, disfrutar y no decir tanto. O no comparar tanto. Creí que después de Alina el mundo iba a ser triste, sin el mar, sin ella.
Esta niña es graciosa, me presta sus crayones y suele ayudarme en las lecturas que mas me cuestan. En los recreos comparte sus galletitas con todos. Parece buena niña. Hablamos poco, pero sonríe a mitad de la clase y me doy vuelta por que se que esta sonriente.
Comencé a ir a un club, eso también me pone feliz. Hago un deporte que me gusta, basket, y me hice de muchos amigos. El entrenador nos da charlas lindas, a veces me recuerda a vos. Los adultos cuando quieren son tan geniales. Y graciosos. Pero entiendo que cuando llegan a ser adultos se concentran en otras cosas y se olvidan de reír o jugar. Sin embargo mi entrenador es distinto...

Y Peu se quedo dormido sobre la hoja.

Desde algún lugar el universo ya lo había escuchado y sabía que todo eso que Peu escribió eran sus sentimientos más honestos. Saber que estaba bien lo alegraba a la distancia.


Pero más aun saber que era un niño agradecido y feliz.