Recién
mirando un canal de televisión descubrí algo o más bien había algo que ya sabia
pero que no lo había visto tan crudamente.
Soy parte
de una ONG y estoy muy contenta por la causa de este canal, por que esta buenísimo
llevar ayuda adonde se la necesita. Pero si es cierto que algo me hizo mucho
ruido y fue el ver como la gente colabora cuando hay una CAMARA de por medio.
Nosotros no
tenemos cámaras en la ONG como seguramente muchísimas otras instituciones como
la nuestra tampoco la tienen, de suerte tenemos personería y eso a veces nos
ayuda un poco, pero muy poco, convengamos que para recibir una donación hay un montón
de papelerio de por medio, no es tan simple, no es como quizás se cree, las
ongs trabajan a pulmón y voluntad, son los dos motores sino tuvieran eso no podrían
trabajar.
Lo que
siento en este momento, es una mezcla de felicidad por que esos chicos que
fueron ayudados seguramente están esperando esa ayuda hace muchísimo tiempo, no
es de ayer. Pero también siento impotencia, impotencia de saber y ver como nos
movemos como fichas, que estamos cuando hay premio, que estamos cuando somos
felicitados, que estamos cuando hay una cámara de por medio.
Escribo esto
en nombre de todas las organizaciones que en algún momento pidieron una mano y
solo dos o tres respondieron, que eso aun siendo solo dos suma mucho, pero
sabemos que somos millones y que todos tenemos un par de zapatillas que no
usamos, que todos los que hoy en dia contamos con un trabajo podemos comprar un
cuaderno, que todos podemos donar tiempo para ayudar a un chico a leer, todos
podemos sonreír sin esperar nada a cambio.
Podemos sumar
desde nuestro lugar, no caigamos en lo simple, miremos mas allá, en la esquina
de tu casa hay alguien que necesita una mano, en tu familia hay alguien que
necesita una mano, en la escuela de tu hijo, en tu trabajo, en los barrios
carenciados, cerca tuyo alguien necesita una mano.
Como dijo
mi amigo Diego, Solo la empatia salvara al mundo.

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