domingo, 21 de junio de 2015

Peu - Tu viaje, Su viaje.

La nave comenzó a moverse nuevamente, Peu observaba al universo detrás de sus grandes ventanas, era una imagen que muy pocas veces o mejor dicho jamás había visto, todo tan grande y a la vez tan pequeño, las estrellas sonreían y saludaban, detrás de cada una de ellas había un alma joven o vieja que había llegado hasta ese lugar, con un fin, una razón, una misión, pero que solo ellas lo sabían. Peu se preguntaba cuantos años tendrían algunas y también si alguna de ellas seria alguien cercano a el, pero hasta el momento eso era algo que el no podía saber.

-          Universo, que lindo es todo esto, me recuerda a algunos de los cuentos que suele leerme mi abuelo, grandes cosas en pequeños lugares y pequeñas cosas en grandes lugares, es una contradicción tan linda.

-          Peu estamos llegando y este es un momento que no se si volverás a vivirlo, te pido que estés atento a tus palabras, pero a las de tu corazón.


-          ¿Pero, adonde estamos llegando?

-          Tranquilo, vas a tener que sincerarte con una situación!

La nave se detuvo, las luces se encendieron, una escena esfumada entre las estrellas se hizo presente, era el Mar y era Alina, se la veía sonreír, se la veía alegre y al mismo tiempo se la veía adulta, como si dentro de ese cuerpo de niña estaría viviendo una mujer de unos 30 años.

-          ¿Es Alina? 

-          Si, claro que es ella, que es lo que vez?

-          Me resulta raro, siento como si fuese ya mayor…

-          Lo es, en la nave viajamos por diferentes tiempos como ya te lo mencione, podemos ir hacia adelante y hacia atrás, lo entiendes Peu?

-          Si, lo entiendo, pero ella me ve a mi más grande también o simplemente soy el niño que subió a la nave?

-          Ambos se ven grandes, es por eso que te pedí que pienses cada una de tus palabras y que escuches tu corazón.

Peu se acerco hacia Alina, le sonrío, tomo sus manos como aquel día frente al mar, ambos se miraban fijamente a sus ojos y sonreían, hasta que en su debido momento Alina pregunto que fue lo que sucedió, porque el no volvió el verano siguiente y el siguiente, y así durante muchos veranos, ella había quedado atrapada en esa espera.

-          Peu, ¿Por qué no volviste?

-          No lo se, supongo que mis veranos han cambiado de rumbo, en ese entonces con mi corta edad mis veranos pasaban por una decisión de mis padres.
-          Pero Peu, cuando creciste podrías haber venido a buscarme, yo te espere cada verano en el mismo lugar y cada verano me daba cuenta que todo a mi alrededor se movía, cambiaba de lugar, pero yo seguía ahí.

-          Alina, jamás pensé que ibas a seguir esperando, aun te pienso, pero es cierto mis palabras de niño han sido tan reales que era de esperarse que estés ahí, y hoy no se como pedirte perdón. El tiempo paso y seguramente has conocido como yo a alguien, te recuerdo cada día, pero mi historia ya es parte de otra historia.

-          No tenes que pedirme perdón, fui yo quien no debería haber esperado, simplemente dejar que las cosas sucedan si así tenia que ser y aceptar si no volvías, que es lo que sucedió. Cada verano lleve el mismo vestido, cada verano lleve galletas para compartirlas con vos, cada verano mire el mar de diferentes lugares y pude notarlo hambriento, tranquilo, miedoso, calido y hasta desesperado, sin embargo no pude notar nada de eso en mi, me mantuve siempre en el mismo lugar.

-          Deje que el tiempo pase, muchas noches llore, te extrañe, pero el tiempo paso y pude soltar esa energía triste y pude recordar ese grito de amor, ese te amo y pude quedarme con ese bello recuerdo y dejarte ir. Perdóname Alina. Si hubiese podido hacer que las cosas sean diferentes, si hubiese sabido que cada verano estabas ahí parada, jamás hubiese dicho aquellas palabras ese verano, que volvería.

-          Es bueno verte hoy, es bueno saber que has tenido muchas historias, que has dejado que el tiempo pase, que has respetado cada decisión del universo y que has podido soltar. Hoy este reencuentro me sirve para poder hacer lo que no hice en años, dejarte ir.

Alina miro a Peu y limpiaba sus lagrimas que se habían adueñado de sus mejillas, tomo sus manos como aquel día y le susurro en su oído: Peu te dejo ir, te suelto, te ame es cierto, llore muchos veranos y creí que ibas a volver, pero este encuentro lo ha cambiado todo, a veces es sabio el universo y poco sabios nosotros, te dejo ir, cuídate.

-          Nunca te olvide y nunca te olvidare, pero entiendo que hoy nuestros caminos van por lugares diferentes, cuídate!


Se abrazaron muy fuerte y Peu quedo mirando esa situación, desentendido, pero tranquilo dejo ir a Alina.

-          Universo, por que me la has quitado? Aun soy pequeño y ya me muestras que no esta, que no volverá!

-          Peu, hay cosas que se hacen presentes en el momento y no podemos verlas, o no queremos y eso implica que podemos quedarnos por mucho tiempo en la misma situación, observa, acepta y suelta.

-          ¿Quiere decir que mi amada Alina ya no será parte de este viaje?

-          Quiere decir que Alina será parte de su viaje.

-          Y así me lo dices?? Como si fuera algo que  no me afecta, Universo hoy soy un niño pero me duele tanto como le duele a ese adulto que vi hace un rato.

-          Peu, acepta y suelta, no sigas pensando en lo que no pudo ser o en lo que no será, estamos acá, este es tu viaje, disfrútalo…


Y Peu miro nuevamente por las enormes ventanas, triste, con una ilusión que se rompía, pero intentado comprender lo que el Universo le estaba queriendo decir, tu viaje por aquí y su viaje por allá, disfrútalo…



No hay comentarios:

Publicar un comentario