El sol
entraba por la ventana y aumentaba el brillo de los colores de toda la habitación,
Leona dormía, al parecer soñaba, por momentos sonreía y se mostraba
alegre.
- Leona,
leona!! Susurraba Lucecita.
La niña seguía
dormida, por momentos se mostraba confusa pero seguía en su sueño.
- Leona
, leona, estoy acá, escúchame, despertate!!
- ¿Qué,
quien es??
- Soy
yo Leona, tu amiga Lucecita, desde acá desde la televisión, no te acordas?
- Ahhhhh,
sos vos!!! Hace mucho que duermo??
- Lo
suficiente como para que me preocupe y me empiece a ocupar, hace días que la televisión
no se prende y yo tengo más batería que nunca!!
Hacia ya
varios días que Leona se mostraba con poco animo, sin ganas de mirar sus
dibujos preferidos o ese canal de cocina que tanto le gustaba. Su rutina comenzó
a ser apática, sin nada de color o risas, sin embargo en su sueño se mostraba
alegre.
- No
entiendo como es que estas acá hablándome, hace meses que no lo haces!!
- No
entiendo porque hace meses que no miras tus programas preferidos, tengo energía
acumulada, así no va!! Yo tengo que gastar energía y vos también, y solo te veo
dormir. Que anda pasando niña?
- El
punto es que perdí el interés.
- ¿El
interés por que?
- No
se, lo perdí, perdí las ganas de reírme, de soñar, de disfrutar. Se me fueron. Y
no se por donde.
- Podríamos
hacer un recorrido por los lugares donde podrías ir a buscar todo eso perdido,
ya que tengo tanta energía, usémosla!
Leona y Lucecita
comenzaron a recordar los lugares en donde la niña podría haber perdido todo eso,
recordaron los sucesos de las ultimas semanas, el jardín fue un lugar
importante, allí estaban algunas de sus perdidas, su amigo que se había ido y algunas
cuestione en las que Leona no estuvo muy de acuerdo. Peleas de compañeros,
burlas de unos a otros. Algunos creyendo ser mejores que otros.
- El
tema fue así Lucecita, escúchame! Ramiro lo cargo a Pedro, resulta que Pedro
tiene sus papis separados y a veces cuando viene de la casa de su madre trae la
ropa media descombinada, y Ramiro lo cargo por su remera, que era fea y vieja. Y
a mi eso me enojo mucho.
- ¿Y
por que te enojo mucho?
- Por
que no esta bien, no esta bien que se carguen o que Pedro tenga que ser
burlado, no siempre a todos nos puede gustar lo de los demás o como son los otros,
eso me dice mi primo Juan y yo creo que es así.
- Es
así, en eso tenes razón, pero hay nenes que no tienen la suerte de tener un
primo como Juan, entonces Leona ahí estas vos o otros nenes para decirle a
Ramiro esto que me dijiste a mi.
Siguieron
conversando y Leona también menciono respecto a que uno de sus dibujos, esos
que hace en su casa, no le había salido bien y que se enojo y lo rompió, que se
dio cuenta que nunca iba a ser una buena dibujante.
- Leona,
pequeña, dibujas muy lindo, yo vi alguno de tus dibujos, los que dejas acá
sobre tu cama. No tenes que darte por vencida tan rápido, a veces las cosas
salen bien y a veces salen mal, y para lograr hacer el mejor dibujo del mundo
vas a tener que hacer miles de ellos que pueden salirte mal. Pero todos de algún
modo serán mejores que los otros.
- Si,
tengo dibujos lindos, pero ese era para mi Mamá y lo arruine!
- Leona,
quizás a tu mami le hubiese encantando, cuando haces algo con ganas y de corazón
siempre va a ser bien recibido.
- Vos
decís así porque solo tenes que encenderte o apagarte.
- ¿Vos
crees que es todo lo que hago?
- Si,
que más haces?
- Me
enciendo y me apago, pero también recargo energía, miro como estas, me enciendo
cuando tenes miedo, me apago cuando queres ver dibujitos y charlo de estas
cosas con vos, te parece que es muy poco?
- Noooo,
no lo había pensado así, perdón Lucecita!!
- No
me pidas perdón, pero tene en cuenta que todos por mas minima que sea nuestra función,
estamos haciendo algo importante.
Leona sonrío,
la Lucecita, su gran amiga siempre lograba cambiarle la cara.
- Lucecita,
no te enojas si me pongo a mirar el programa de cocina??
- No
Leona, claro que no, al contrario me pongo contenta!!!
- Gracias.
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